Información sobre alcohol y salud
Cada vez más personas consumen alcohol regularmente y en mayores cantidades. Muchas veces, el alcohol está ligado a fiestas y relajo, pero también a la vergüenza y el fracaso al no poder controlar el consumo de alcohol.
Es fácil pensar que el consumo de alcohol solamente les ocurre a otros. Habitualmente, los problemas con el alcohol se relacionan con problemas sociales como el desempleo o la falta de vivienda. Pero la mayor parte de las personas que consumen demasiado alcohol pocas veces proyectan sus problemas hacia afuera. Tal como las personas que fuman, comen en exceso o realizan poco ejercicio físico, la mayoría vive vidas normales con trabajo, familia, amigos y vivienda.
En Suecia, cerca de un millón de personas tiene hábitos de consumo de alcohol que significan altos riesgos para la salud y de daños, incluyendo la dependencia del alcohol. La mayoría no percibe que consume demasiado y no considera que el alcohol pueda llevar a problemas de salud, sin embargo sus cuerpos sí son afectados. En este texto podrá conocer cómo.
¿Cuánto alcohol implica un riesgo?
El consumo de alcohol se considera riesgoso si un hombre bebe a lo menos 14 vasos o una mujer a lo menos 9 vasos por semana. Además, consumir hasta embriagarse siempre implica un riesgo. Si un hombre consume más de 4 vasos o una mujer más de 3 vasos en una misma ocasión, o si una persona presenta más de 0,6 por mil en la sangre, se considera en estado de ebriedad sin importar si se siente o no ebrio/a. Si consume menos de dichos niveles, comúnmente se considera bajo la influencia del alcohol.
Un vaso corresponde a una botella pequeña de cerveza (33 cl), un vaso de vino (10-15 cl) o una bebida alcohólica de 4 cl
Una cerveza de medio litro (50 cl) corresponde a 1,5 vasos.
Una botella de vino (75 cl) contiene 6 vasos.
Una botella de bebida alcohólica (75 cl) contiene 18 vasos.
¿Consumir poco alcohol puede ser beneficioso para la salud?
Muchos han leído que beber moderadas cantidades de alcohol incluso puede ser beneficioso para la salud. Se cree que personas mayores que consumen pequeñas cantidades de alcohol pueden disminuir los riesgos de enfermedades cardiovasculares y diabetes. Los investigadores aún no están de acuerdo en dichos efectos protectores del alcohol. La verdad sea dicha, el alcohol tiene demasiados efectos secundarios dañinos como para ser recomendado para la salud.
Consumo moderado sin embriagarse en la mayoría de los casos implica poco riesgo a la salud, siempre que usted no esté en estado de gravidez, deprimido/a, tenga una enfermedad del hígado o consuma ciertos medicamentos. En tales casos no debe consumir alcohol.
¿Cómo le afecta el alcohol?
Si visita un bar un viernes por la noche, es probable que encuentre muchas personas con más de 0,8 por mil de alcohol en la sangre. Pero experimentos de investigación sugieren que uno se siente mejor antes de superar los 0,5 por mil. El error común es pensar que será más entretenido si consumimos más, a pesar de que la experiencia anterior nos demuestra que no es así. A continuación puede ver cómo distintos niveles de alcohol en la sangre influyen en las emociones y la conducta*.
0,2 por mil: Aparecen los primeros signos del alcohol. Experimenta calidez, relajo y confort. Disminuye la autocrítica.
0,5 por mil: Se siente más alegre y menos inhibido/a. Los reflejos se relentecen y los movimientos tienen menos precisión. El juicio y la capacidad de captar información disminuye.
0,8 por mil: Usted vocifera y sus movimientos se hacen lentos. Ve menos que de costumbre. Huele a alcohol y tiene autoconfianza en exceso.
1,0 por mil: Balbucea y hay menos control muscular y emocional.
1,5 por mil: Existen dificultades para mantener el equilibrio y puede caer al piso. Puede tener estadillos emocionales y presentar malestares.
2,0 por mil: Dificultades para hablar y caminar erguido. Visión doble.
3,0 por mil: No percibe lo que ocurre y está al borde de la inconciencia.
4,0 por mil: Está inconsciente. Respira lentamente y existe riesgo mortal de intoxicación por alcohol.
*No es posible determinar con exactitud qué influencia tiene el contenido por mil en cada individuo, ya que el alto consumo genera tolerancia al alcohol y la persona no se verá tan afectada. Considere que los riesgos para la salud y de daños relacionados con el alcohol no disminuyen por el sólo hecho de tener un mayor nivel de tolerancia.
¿Cómo el alto consumo de alcohol afecta la salud?
El alcohol llega a todos los órganos y afecta prácticamente todo el cuerpo, tanto en su interior como exterior. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen más de 60 enfermedades relacionadas con el alto consumo de alcohol. No es necesario que la persona presente dependencia al alcohol para desarrollar una patología relacionada; quienes consumen altas cantidades también son afectados.
El cerebro
Ya con pequeñas cantidades de alcohol la persona ve disminuido su juicio, pensamientos, memoria y capacidad de reacción. Duerme peor y sus emociones son afectadas. En casos de consumo alto y prolongado, el cerebro se encoge y puede sufrir ataques epilépticos, demencia u otras enfermedades cerebrales.
Depresión
El riesgo de sufrir depresión aumenta fuertemente en caso de consumo de alcohol. En Suecia, la mitad de los suicidios están relacionados con alcohol.
Corazón y vasos sanguíneos
El consumo de alcohol bajo a moderado aparentemente no presenta influencia dañina en el corazón y los vasos sanguíneos. Sin embargo, consumir grandes cantidades de alcohol implica riesgo de lesiones. Al consumir alcohol, aumenta el ritmo y la presión sanguínea. Aumenta el riesgo de arritmias, por ejemplo, arritmia continua. No se recomienda consumir alcohol para prevenir enfermedades coronarias.
Estado de gravidez
La fertilidad disminuye en hombres y mujeres en casos de alto consumo de alcohol. Los fetos son afectados por el consumo de alcohol de la madre durante todas las etapas del embarazo, particularmente durante la primera fase, incluso antes de tener certeza sobre el estado de gravidez. Si usted es mujer y está embarazada o planea tener un bebé, debe abstenerse completamente de beber alcohol.
El hígado
El alcohol aumenta el riesgo de cáncer al hígado y es una causa común de hígado graso, hepatitis y cirrosis.
La piel
El alto consumo de alcohol aumenta el riesgo o empeora la psoriasis, eccema y otras afecciones de la piel.
El estómago
El alto consumo de alcohol aumenta el riesgo de gastritis y estómago ácido.
El esqueleto
El alto consumo de alcohol aumenta el riesgo de osteoporosis y artritis.
La sangre
El alcohol inhibe la capacidad de la médula ósea de crear leucocitos y puede producir anemia.
Infecciones
El efecto del alcohol en la médula ósea afecta los glóbulos blancos que protegen al cuerpo de infecciones. Esto conlleva más infecciones, por ejemplo, resfríos reiterados y prolongados.
Cáncer
El alcohol aumenta el riesgo de cáncer en distintos órganos. Existen relaciones establecidas con el cáncer de boca, al hígado, de pecho y de colon.
¿Qué otros riesgos existen al consumir mucho alcohol?
Accidentes
Al estar embriagado por alcohol se asumen mayores riesgos. Cada año mueren aproximadamente 3.000 personas en accidentes en Suecia. Cerca de un tercio de ellos están relacionados con alcohol. Un gran número de accidentes involucran personas que normalmente consumen bajas a moderadas cantidades de alcohol pero que en ocasiones se embriagan.
Violencia
Según estadísticas de delitos, gran parte de los maltratos y otros delitos violentos se relacionan con el consumo de alcohol por parte del perpetrador o de la víctima.
Problemas de relaciones
El alto consumo de alcohol puede dañar la comunicación y deteriora la relación con personas cercanas. En Suecia, más de un millón de personas aducen haber sido afectadas negativamente por una persona que vive cerca y consume alcohol en demasía.
El cigarro y el alcohol
Las distintas drogas interactúan. Por ejemplo, el alcohol y la nicotina afectan el mismo centro del placer en el cerebro. Además, al parecer la nicotina aumenta la sensibilidad al alcohol. Por tanto, para quien quiera modificar su hábito de consumo de alcohol le favorece también dejar de fumar o tomar rapé. Asimismo, puede ser más fácil dejar de fumar si a la vez disminuye o deja de consumir alcohol.
¿Qué es la dependencia del alcohol?
Con dependencia del alcohol se refiere al consumo continuo de alcohol a pesar de los efectos negativos en la salud, y en las relaciones amorosas y sociales. Aquel que es dependiente muchas veces siente una necesidad de alcohol y le cuesta reducir la cantidad consumida. Muchas veces, aunque no siempre, desarrolla tolerancia al alcohol, necesitando consumir más para lograr un efecto, o abstinencia, que puede suponer una cantidad de emociones desagradables al dejar el consumo. Para muchos, ser dependiente implica que el alcohol adquiere un rol central en la vida de la persona a costa de aquello que antes era importante, por ejemplo, las relaciones, la carrera profesional o actividades recreativas. La persona dependiente muchas veces sabe que el alcohol es un problema, pero no puede reducir o eliminar el consumo de alcohol.
Los siguientes seis elementos son comunes en casos de dependencia de alcohol. Para ser diagnosticado como dependiente del alcohol, debe haber experimentado a lo menos tres de ellos a la vez en los últimos doce meses.
un fuerte deseo o necesidad de beber alcohol, o "ganas"
dificultad para limitar la cantidad consumida, o "pérdida del control"
el consumo de alcohol conlleva menos tiempo para el trabajo, actividades recreativas o para socializar con otros
se requieren mayores cantidades de alcohol para lograr el mismo efecto (tolerancia)
temblor de manos, sudoración o ansiedad al eliminar o reducir el consumo (abstinencia)
se sigue consumiendo a pesar de saber que el alcohol conlleva problemas físicos o psicológicos
¿Está preparado/a para cambiar su consumo?
Muchas personas piensan que es muy difícil cambiar su hábito de consumo de alcohol. En realidad, para la mayoría es más fácil que dejar de fumar y en mucho se asemeja a modificar sus hábitos alimenticios o comenzar a ejercitar.
Seguramente considera que consumir alcohol presenta tanto ventajas como desventajas y así ocurre en la mayoría de los casos. Pero, ¿qué pesa más? Solamente usted puede definir qué es válido en su caso y cómo quiere estar. Puede seguir igual que ahora o modifica su hábito de consumo de alcohol.
Un buen paso, independiente de si se ha decidido o no, es establecer los argumentos claros que son importantes para usted y la persona que usted quiere ser.
Establezca una meta
No es necesario definir qué hará para el resto de su vida. Si quiere realizar un cambio, es buen apoyo contar con una meta clara y un plazo definido. Pero, ¿qué es razonable? ¿Se limitará y beberá moderadamente o es mejor para usted prescindir completamente del alcohol por un tiempo?
Comience el cambio
Haga algunos ajustes en su día a día que le ayuden a lograr la meta. Puede ser, por ejemplo, no tener un depósito en casa, cambiar alcohol por bebidas no alcohólicas, compartir más tiempo con cercanos que brinden apoyo o comenzar alguna actividad agradable en las horas que antes dedicaba a beber alcohol.
Conozca quien es
Independiente de las razones que tuvo para comenzar a beber demasiado, su consumo de alcohol está ligado a su día a día, sus hábitos y sus rutinas. Si conoce qué situaciones, pensamiento y emociones están ligadas al alcohol, tiene mayor posibilidad de influir sobre su propio consumo de alcohol en la dirección que usted desee.
Encuentre nuevas alternativas
A veces, el alcohol puede ser una solución a corto plazo para otros problemas que experimenta (como dificultades para dormir, estrés o relaciones problemáticas). Si genera nuevos hábitos y encuentra mejores soluciones a sus problemas, será más fácil dejar de consumir en demasía.
Acepte ayuda
Es bueno contar con alguien con quien hablar para despejar pensamientos o emociones y que apoye el cambio que usted intenta realizar, sin importar si se trata de un amigo, familiar o profesional.
No se rinda antes de tiempo
Debe considerar la modificación del consumo de alcohol como una meta a largo plazo. Acepte que pueden existir retrocesos y desvíos en el camino, y no permita que éstos reciban demasiada atención o impidan el avance. Puede intentar modificar su consumo de alcohol todas las veces que quiera.
Si quiere conversar sobre su consumo de alcohol con alguien del área de salud, existe el secreto profesional. También puede recibir asistencia de un intérprete. Encontrará más información en 1177.
Aquí encontrará un mapa con números telefónicos a consultorios de toda Suecia.
Sepa más sobre sus derechos y posibilidades en la atención de adicciones.